Nombre Original: True Blood
Idea Original: Alan Ball/ Basado en los libros de Charlaine Harris
Canal Original: HBO
Año: 2008-2014
Temporadas: 7
Capítulo: 80
Género: Thriller, Misterio, Vampiros(y otros seres mágicos)
SINOPSIS: En un pueblo de Lousiana, una serie de brutales asesinatos hace peligrar la convivencia entre vampiros y seres humanos, que hasta entonces había sido pacífica gracias a una bebida japonesa hecha de sangre sintética. Sin embargo, algunos vampiros estaban descontentos porque preferían seguir alimentándose de sangre humana; pero también había hombres que no estaban satisfechos con esta situación. En estas circunstancias nace el polémico romance entre Bill Compton (Stephen Moyer, "Quills"), el primer vampiro que llega al pueblo, y Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una camarera clarividente. (FilmAffinity)
OPINIÓN(sin spoilers):
Siempre he sido una persona que ve muchas series pero rara vez termino una. Ya se sabe cómo funciona ese mundillo: si se puede alargar, alarguemos como si no existiera mañana.
Por eso me ha resultado chocante el momento de echar la vista atrás y darme cuenta de que llevo siguiendo esta serie prácticamente desde que tenía 13-14 años. Ha llovido bastante desde entonces y tanto la serie en sí como mi opinión hacia ella han evolucionado también.
Empecé True Blood cuando no veía series pero quise ponerme con ella porque era seguidora de la saga de libros. No tengo ninguna queja en cuanto a fidelidad porque, desde un buen principio, se notaba que iban por caminos distintos y que la serie sólo cogía de los libros los personajes/líneas argumentales que le interesaba y creaba los suyos propios a su vez.
La serie en sus inicios tenía su gracia, aunque igual la temática vampírica más de uno la rechazaría por considerarla ya muy manida (cabe mencionar que la serie salió unos meses antes de Crepúsculo, por lo que se la puede considerar pionera). Era atrevida y políticamente incorrecta. Trataba temas que en muchas otras ficciones televisivas considerarían tabú, tenía un humor muy negro, personajes de todo menos simpáticos y mucha crítica al fanatismo y a la intolerancia.
Curiosamente, tanto libros como serie tienen algo en común: se fueron desinflando hacia el final. Releyendo mis reseñas de la saga literaria me he dado cuenta de que no menciono algo que también me molestaba en la serie: el afán de meter tanta criatura paranormal. En mi opinión, cuando sólo son vampiros y cambiaformas aún, pero cuando quieren meter hadas, duendes, demonios, hombres pantera... se les fue de las manos. Todo se vuelve más enrevesado e incluso a ratos ridículo (la forma de representar el "mundo de las hadas" daba más risa que otra cosa).
Pero no sólo eso: el argumento en sí se fue volviendo cada vez más rebuscado hasta convertir aquello que la hacía especial en un desfile de sexo, sangre y drogas "porque sí". En la quinta ya se notaba ese declive pero las dos últimas son directamente para borrarlas del disco duro. Eso sí, reconozco que nunca dejó de ser entretenida, pese a las susodichas idas de olla finales.
De los actores no tengo ninguna queja aunque algún que otro personaje deje bastante que desear, como Sookie, que siempre me pareció bastante tonta e ingenua, aunque tenía momentos en los que sacaba su carácter. La que sí sobraba completamente era Jessica, el personaje-pegote por excelencia, que protagoniza las tramas más culebrónicas y parece que es casi lo único que tiene que aportar.
Iba mentalizada de que el final de la serie había disgustado a muchos, tanto que incluso terminó no pareciéndome tan malo. Eso sí, tampoco es que me parezca la octava maravilla, más que nada porque intentan ponerse sentimentales y no les sale muy bien la jugada. Ya no sólo porque tiene varios momentos muy moñas (que no le pegan nada al tono de la serie), sino porque muchas tramas supuestamente nostálgicas, como la de Tara o la del pasado de Bill, acaban siendo puro relleno.
En definitiva: True Blood es una serie que empezó bien, siendo más atrevida, malahablada e interesante que cualquier historia de vampiros que surgiera tras el boom Crepúsculo, pero que terminó perdiendo su esencia con el paso de las temporadas hasta volverse rebuscada y llena de tramas poco inspiradas.
Tal vez la recomendaría a los amantes de las series "con mala leche" (al más puro estilo Shameless, por poner un ejemplo) pero únicamente en sus primeras 4 temporadas. Luego es cuando empieza a degenerar poco a poco...
Idea Original: Alan Ball/ Basado en los libros de Charlaine Harris
Canal Original: HBO
Año: 2008-2014
Temporadas: 7
Capítulo: 80
Género: Thriller, Misterio, Vampiros
SINOPSIS: En un pueblo de Lousiana, una serie de brutales asesinatos hace peligrar la convivencia entre vampiros y seres humanos, que hasta entonces había sido pacífica gracias a una bebida japonesa hecha de sangre sintética. Sin embargo, algunos vampiros estaban descontentos porque preferían seguir alimentándose de sangre humana; pero también había hombres que no estaban satisfechos con esta situación. En estas circunstancias nace el polémico romance entre Bill Compton (Stephen Moyer, "Quills"), el primer vampiro que llega al pueblo, y Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una camarera clarividente. (FilmAffinity)
OPINIÓN(sin spoilers):
Siempre he sido una persona que ve muchas series pero rara vez termino una. Ya se sabe cómo funciona ese mundillo: si se puede alargar, alarguemos como si no existiera mañana.
Por eso me ha resultado chocante el momento de echar la vista atrás y darme cuenta de que llevo siguiendo esta serie prácticamente desde que tenía 13-14 años. Ha llovido bastante desde entonces y tanto la serie en sí como mi opinión hacia ella han evolucionado también.
Empecé True Blood cuando no veía series pero quise ponerme con ella porque era seguidora de la saga de libros. No tengo ninguna queja en cuanto a fidelidad porque, desde un buen principio, se notaba que iban por caminos distintos y que la serie sólo cogía de los libros los personajes/líneas argumentales que le interesaba y creaba los suyos propios a su vez.
La serie en sus inicios tenía su gracia, aunque igual la temática vampírica más de uno la rechazaría por considerarla ya muy manida (cabe mencionar que la serie salió unos meses antes de Crepúsculo, por lo que se la puede considerar pionera). Era atrevida y políticamente incorrecta. Trataba temas que en muchas otras ficciones televisivas considerarían tabú, tenía un humor muy negro, personajes de todo menos simpáticos y mucha crítica al fanatismo y a la intolerancia.
Curiosamente, tanto libros como serie tienen algo en común: se fueron desinflando hacia el final. Releyendo mis reseñas de la saga literaria me he dado cuenta de que no menciono algo que también me molestaba en la serie: el afán de meter tanta criatura paranormal. En mi opinión, cuando sólo son vampiros y cambiaformas aún, pero cuando quieren meter hadas, duendes, demonios, hombres pantera... se les fue de las manos. Todo se vuelve más enrevesado e incluso a ratos ridículo (la forma de representar el "mundo de las hadas" daba más risa que otra cosa).
Pero no sólo eso: el argumento en sí se fue volviendo cada vez más rebuscado hasta convertir aquello que la hacía especial en un desfile de sexo, sangre y drogas "porque sí". En la quinta ya se notaba ese declive pero las dos últimas son directamente para borrarlas del disco duro. Eso sí, reconozco que nunca dejó de ser entretenida, pese a las susodichas idas de olla finales.
De los actores no tengo ninguna queja aunque algún que otro personaje deje bastante que desear, como Sookie, que siempre me pareció bastante tonta e ingenua, aunque tenía momentos en los que sacaba su carácter. La que sí sobraba completamente era Jessica, el personaje-pegote por excelencia, que protagoniza las tramas más culebrónicas y parece que es casi lo único que tiene que aportar.
Iba mentalizada de que el final de la serie había disgustado a muchos, tanto que incluso terminó no pareciéndome tan malo. Eso sí, tampoco es que me parezca la octava maravilla, más que nada porque intentan ponerse sentimentales y no les sale muy bien la jugada. Ya no sólo porque tiene varios momentos muy moñas (que no le pegan nada al tono de la serie), sino porque muchas tramas supuestamente nostálgicas, como la de Tara o la del pasado de Bill, acaban siendo puro relleno.
En definitiva: True Blood es una serie que empezó bien, siendo más atrevida, malahablada e interesante que cualquier historia de vampiros que surgiera tras el boom Crepúsculo, pero que terminó perdiendo su esencia con el paso de las temporadas hasta volverse rebuscada y llena de tramas poco inspiradas.
Tal vez la recomendaría a los amantes de las series "con mala leche" (al más puro estilo Shameless, por poner un ejemplo) pero únicamente en sus primeras 4 temporadas. Luego es cuando empieza a degenerar poco a poco...