Ash vs. Evil Dead

En los últimos años, el género de terror ha ido en auge tanto en cine como en TV, donde nos han llegado propuestas de todo tipo. En lo que a series se refiere ha predominado un terror más serio, por eso, casos como el de la serie que nos ocupa  son un auténtico soplo de aire fresco.

Para poneros en situación, Ash vs. Evil Dead es una secuela (con ciertas licencias) de la saga ochentera de terror Posesión Infernal, dirigida por su creador (Sam Raimi). No es necesario haber visto la trilogía original para entenderla, ya que la serie  desde el principio sabe ubicarnos en la historia y únicamente comparte un personaje con aquélla: su protagonista, Ash.

Al igual que la saga (en especial su segunda parte, Terroríficamente muertos), ambas son un festival de humor y sangre, donde no hay absolutamente nada que te puedas tomar en serio y nos regalan momentos únicos y descacharrantes (el capítulo del manicomio), donde no faltan las escenas de gore absurdo e incluso rozando lo bizarro. 

La serie en sí es un continuo homenaje a las películas de terror de serie B y no tiene ningún reparo en jugar con muchos de los elementos propios de este género (incluyendo, ¿cómo no?, la propia saga de la que es secuela).

De los personajes cabría destacar a Ash, obviamente, que es la antítesis del héroe porque más cateto el pobre no puede ser y encima racista y sexista... vamos, una joya. Bruce Campbell lleva siempre el personaje hacia el patetismo más absoluto haciendo que al final no podamos evitar sentir compasión y cierta simpatía por él.

Él aporta la parte más cómica mientras que el resto de personajes son ´la parte seria, lo que no quita que vayan a verse envueltos en situaciones hilarantes y rocambolescas también.

Cada temporada es un arco con principio y fin aunque siempre se deja una puerta abierta para la siguiente. En esencia todas las tramas que se plantean en cada una se resuelven y eso también incluye la temporada final. Tuve miedo de que fuera un final muy abierto, ya que la cancelaron en la 3ª cuando sus creadores querían haber llegado a 5 pero por suerte es un final concluyente cuya última escena, más que pretender abrir un camino para la siguiente, lo veo más como un guiño a la 3ª película de la saga.

En resumen: Ash vs. Evil Dead es una serie de humor y terror que no pretende más que hacer que los aficionados del género serie B pasen un buen rato. Teniendo en cuenta la falta de series paródicas a este nivel, es una auténtica lástima decirle adiós porque, otra cosa no, pero las risas estaban garantizadas.

Como ya he dicho, altamente recomendada para fans del género y, si habéis visto la saga original, no podéis perdérosla.